LA FE DEL HIJO
La fe de los hijos de Dios hace la diferencia. Esta escrito ( 1 Juan 5.4)
Nuestra victoria es nuestra fe. Nuestra fe vence al mundo.
Las angustias no son para siempre. Los vientos contrarios un dia cambian a favor y traen a nuestro alcance lo que nos fue arrebatado.
Lo malo no es eterno. Tiene fecha de vencimiento. No dejes de creer. No te canses de orar. Dios limita las adversidades cuando hay un corazón que le cree. Cuando hay fe hay victoria.
Jesús creía al Padre. Creyó que resucitaría y se entregó a la cruz.
Creyó que su oración sujetaba la tormenta y le ordenó: Calla, enmudece, y se calmó el viento y hubo paz.( Marcos 4.39)
Jesús Creyó, la fe del Hijo, esa es nuestra fe, somos hijos y Cristo habita en nosotros, Jesús está en tu corazón por lo tanto tienes y portas esa fe, la fe que vence y enmudece la tormenta.
Hay poder en tu boca, en tu oración, no te rindas.
Suelta tu voz y silencia las voces del infierno que te mienten y te meten en cárceles de angustia, temor y desesperación.
Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?
Marcos 4.37
Oramos: Padre Santo, amado Dios, en nombre de Jesús vengo delante de ti, para habite Jesús en mi corazón, hoy le recibo como mi salvador y habita también en mi la fe del Hijo, que me hace libre de angustias y temores.
Gracias por tu fe Jesús, gracias por amarme y oro para tu Dios a través de mi clamor calles y enmudescas las tormentas que se levantan contra mí vida.
Decido creerte Señor Jesús. Amén
