TIEMPO DE LLORAR

TIEMPO DE LLORAR

Cuando es tiempo de llorar y las làgrimas humedecen el alma, nuestra almohada, vamos dejando por los rincones lágrimas y llanto, y es como que “todos ríen” pero ” a nosotros nos toca llorar”.
¿Alguna vez lloraste hasta que no te quedaron más fuerzas para llorar?
La tristeza es peso sobre nuestra alma y sobre nuestras alas que se vuelven pesadas para volar alto.
David, huía de Saúl, le pasaron muchas adversidades como que ya no tenía lugar para más aflicciones.
¿Te preguntaste alguna vez en medio de la dificultad? ¿Y ahora que más me puede pasar?
Después de tantas situaciones de aflicción, David y sus hombres llegan a sus casas,( 1 Samuel 30) y se encuentran que los de Amalec habían asolado sus casas y prendido fuego a todo y se habían llevado cautivas las mujeres y sus niños.
Ellos, estos guerreros, que hacía tres días atrás estaban en fila, en la retaguardia con Aquis para hacer guerra (1 Samuel 29) , dice que alzaron su voz y lloraron hasta no tener fuerzas para llorar.
El pueblo estaba en amargura de alma, pero David marcó la diferencia, si que lloró, pero se FORTALECIÓ EN JEHOVÁ SU DIOS.
No dejó que el dolor fuese más fuerte que la voz de Dios. Se refugió en Dios a pesar de su amargura y haber perdido todo. Busco oír a Dios y Dios le habló y con la ayuda del Padre Eterno recuperó todo y más también.( 1 Samuel 30.19)
Estás en tiempo de lágrimas y aflicción, fortalecete en Dios, es quién consuela, abraza y nos da refugio para el alma.

Es Dios quièn seca tus alas, si lo buscas, las extiende y otra vez te impulsa al cielo, a volar sobre las adversidades, sobre las circunstancias y tristezas.
No importa cuanto tiempo estemos sin volar, sin creer, sin oír, pero hay un momento que Dios se hace presente y nos levanta de nuevo. Su misericordia es nueva cada mañana. Siempre hay otra oportunidad en Dios. No nos deja caídos para siempre.
Que el dolor y la tristeza no te alejen de Dios, que marques diferencia como David, que se FORTALECIÓ en Dios.
Dios vuelve a levantar tus brazos, sana tus heridas, seca tus lágrimas y a volar, a mirar el cielo, a mirarlo a él, mirar la adversidad desde arriba recibiendo fuerzas nuevas. Espera en Dios.
David en medio de esos gritos de angustia no se olvidó que había un Dios que podía fortalecerlo.
¿ En qué estás buscando consuelo? O en quién?
Dios es tu fortaleza , refugio y consuelo.
Dios te bendiga 🙏

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Isaías 40

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