ESPERAR EL PROCESO
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Ezequiel 36.26
Como una semilla bajo tierra sin luz , sin que nadie la vea, en el silencio germina; así nuestro corazón. Se abre y se rompe la cubierta, sólo Dios lo puede hacer.
Así como la semilla se rompe su cobertura para que su brote salga a la luz.
¿Cuentas veces pasaste por un lugar y no había nada, sólo piedras? ¿Al tiempo pasaste otra vez y había nacido una planta?
Pero nunca imaginarse que ahí bajo esas piedras, bajo tierra había una semilla, en el oscuro, sola, rompiendo su estructura, su dureza, su cascarón, lo que no permanece, para salir a la luz y dar fruto, y volver a reproducir semillas?
Así tampoco podemos medir si las personas cambian. Ni juzgar. Sólo Dios conoce cuando y cómo. Nos toca esperar con paciencia los procesos. No podemos apurar la germinación de una semilla. Tampoco el cambio de alguien. Ni siquiera el nuestro. Solo Dios conoce cuanto nos cuesta a veces, como una semilla, caer en tierra, es decir humillarnos, para crecer y poder sembrarnos en otros. El proceso de una semilla es convertirse en muchas y muchas más. Imagina una semilla de naranja, que cae en tierra y da frutos.
¿Cuantas naranjas y cuántas semillas da? Tendríamos que contar cuantas naranjas de la planta y cuantas semillas cada una. Tiene que ver que una semilla se reproduce , se multiplica en abundancia, cuando cae en tierra y germina, crece y da fruto. (Juan 12.24)
Lo que si tenemos certeza que un día Dios nos sale al encuentro con su amor y trata con las dureza de nuestro corazón, para convertirlo en una semilla, que muera, bajo tierra, y germine y de mucho fruto.
” Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros” ( Ezequiel 36.26)
Estamos puestos para dar fruto y abundante, nos toca esperar el tiempo del Padre.
Cuando somos bendición a otros ya es señal que damos fruto. Porque cuando una planta tiene sus frutos muchos comen y disfrutan, se alimentan y se nutren, así es también cuando bendecimos a otros.
Dios hace nuevas todas las cosas y empieza por nuestro corazón.
Dios te bendiga 🙏
