Dios de Milagros
Devocional
Sarai, mujer de Abram, no le daba hijos dice Génesis 16.
Y comienza una historia apasionante pero a su vez conmovedora.
Venían Abram y Sarai de situaciones difíciles, dónde él la motiva a ocultar que son esposos, delante de los egipcios. Será que nunca vió a Sarai que se dio cuenta era hermosa entrando a Egipto? Él dice : ahora se que eres hermosa!
Es por eso que no quiere que Sarai diga que él es el marido, por miedo lo maten, para quedarse con ella.
(Génesis 12.10)
Pone en su esposa la responsabilidad de cuidar su vida, y la pregunta es: ¿Si antes de venir a Egipto? hizo altar a Dios, porqué no oró Dios lo cuidara?
¿Porque exponer a su mujer a tremenda experiencia?
Pero Dios se hizo presente a pesar de… sus decisiones tan humanas.
Sarai no le daba hijos a Abram, y ella eligió el camino a sus ojos ” más seguro”, ” lo que pudiera controlar” ” lo rápido”.
Ella misma entrega a Abram, su sierva Agar, para conciba y le de hijo.
Sarai dice ” Jehová me ha hecho estéril ” la pregunta es: ¿porqué no preguntó a Dios ? ¿Porqué no le pidió a Dios ella un hijo?
¿Porqué no oró?
Sobre todo esto la gracia de Dios es mayor!
Pasaron más de diez años, y Dios vuelve a hablarles sobre la promesa y nace su hijo Isaac.
Ismael hijo de Agar ya tenía 14 años aproximadamente…
Es muy rica e interesante la historia de Abram y Saraí, vivieron procesos como matrimonio y como padres, tambien procesos individuales de fe y crecimiento. Dios les cambia el nombre y después nace la promesa, su hijo Isaac.
Abram y Saraí eran humanos, de carne y hueso, con errores y aciertos, pero la gracia de Dios no se apartó de ellos.
Una oración podría o no cambiarlo todo, pero… a Dios le plació lo vivieran así.
Nos pasa en nuestras vidas que nos equivocamos, nos apuramos, queremos controlar, que sea rápido y demás y en esa carrera nos olvidamos de orar, de esperar en la voz de Dios.
Nuestro Dios está ahí,a nuestro lado, para socorrernos.
Este matrimonio, como cualquier matrimonio, hubo heridas entre ellos, desde tener que estar en casa de Faraón ella, y luego casi la toma por mujer otro , Abimelec (Génesis 20), hasta ver su marido con su sierva, para tener un hijo y él tener que despedir a Ismael que era su hijo. Muchas cosas no?
No es una novela, es una historia de fe viva y eficaz, que nos lleva a creer rompiendo nuestras propias limitaciones.
Las decisiones apuradas costaron alto precio al alma seguramente, pero la voz de Dios los sostuvo.
En Hebreos 11.11 y 11.17
Dios habla de ellos como testimonio de fe, no de sus desaciertos, habla de su entrega y fe por el Reino.
Con nosotros es igual, Dios ve y piensa lo bueno de vos.
No está pendiente de tus decisiones humanas, Dios te da fuerzas para que creas, como a Sara que aún fuera del tiempo de la edad, dio a luz.
Nada escapa a Dios. El tiempo es de él. Quizás hoy estás como Abram, reclamando con tristeza una promesa, o como Sarai dudando si llegaría la promesa porque según el calendario ya no podría tener un hijo.
Dios es Dios de milagros.
Isaac, la promesa, siempre estuvo en el corazón de Dios, para entregar a este matrimonio, pero necesitaban vivir procesos, ser mudados a la identidad verdadera en Dios, por eso se cambian sus nombres, Sarai y Abraham.
Espera. Confía. Cree y espera.
Dios tiene tu promesa. Se trata vivir los procesos en Dios . Tiene que ver con disponerse, aunque nos parezca imposible, disponer el corazón a Dios y él lo haga.
Hay milagros para los hijos de Dios.
Creer desata bendiciones.
No importa si tu espera es de edad avanzada ( Génesis 18.11) el tiempo para Dios no es problema.
Toma fuerzas nuevas y sigue orando. Dios ama tu fe. Le agrada.
Somos de los que creen para preservar el alma.( Hebreos 10.37)
Dios te bendiga 🙏
