VIGILIA EN EL CORAZÓN
Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
Cuando me acuerde de ti en mi lecho,
Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.
Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Está mi alma apegada a ti;
Tu diestra me ha sostenido.
Salmos 63. 5 al 8
REFLEXIÓN
David, el salmista, el dulce cantor de Israel comparaba la saciedad de su alma al alabar y meditar en su Creador como de meollo y grosura que eran dos elementos en ese tiempo que se utilizaban como ofrenda a Dios.
El meollo se consideraba lo central, lo principal, lo más delicado, lo más rico y sustancioso, como que ahí se concentraba toda la esencia y lo más importante.
La grosura hacía referencia a la grasa o sebo de los animales que se ofrecía en sacrificio y que para Dios era olor grato.
Mientras muchos dormían, él alababa con júbilo en su boca, en el desierto de Judá en circunstancias difíciles pero no dejaba de pensar en el Señor, de tomarse un tiempo y aprovechar el silencio de la noche para levantar su voz bendiciendo.
Él hacía vigilia en la noche siendo para él un banquete, un deleite, un disfrute y se sentía pleno por lo que lo compara con lo más sustancioso, lo más rico y preciado, como queriendo significar que al alabar y meditar en Dios su alma se alimentaba de lo mejor.
Me atrevo a creer que esperaba la noche con anhelo y devoción para evocar en sus pensamientos ,acostado, cansado y con sueño al Dios todopoderoso que lo defendía una y otra vez del lazo del cazador ( Salmo 91.3-4) “ El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora) y del varón violento (El que me libra de mis enemigos, Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí; Me libraste de varón violento- (Salmo 18.48)
Seguramente se dormía con sus labios llenos de alabanza y su corazón lleno de esperanza, pero David, el salmista, el dulce cantor de Israel , él mismo procuraba ese tiempo ” a solas” “cara a cara ” con Dios;
Él mismo intercedía, él vigilaba y era su propio centinela amando más la presencia de Dios que la comodidad del sueño.
Qué tremenda pasión por agradar el corazón del Padre y ser agradecido por tanta misericordia y gracia recibida este varón que expresaba:”por que has sido mi refugio”.
Oremos:
Amado Señor, bendigo tu santo nombre.
Te doy gracias por que tu mano siempre me ha sostenido y perdón porque en la rutina de los días no hago una pausa para meditar en tu bondad. Pido me ayudes a darte mi mejor alabanza, esa que tu deseas recibir de mi. Amen.
