JEHOVÁ ES MI PASTOR

“Jehová es mi pastor; nada me faltará”, es una declaración poderosa de confianza y provisión.

​Devocional Salmos 23:1:

​Este versículo es un bálsamo para el alma, una verdad profunda que nos invita a la calma y a la confianza. David, el autor de este salmo, fue un pastor de ovejas antes de ser rey, por lo que conocía íntimamente la relación entre el pastor y su rebaño. Al decir “Jehová es mi pastor”, él no estaba usando una metáfora casual, sino una verdad llena de significado y experiencia.
​1. Jehová es mi Pastor:
Imagina a un pastor con sus ovejas. El pastor las conoce individualmente, las guía a los pastos verdes, las lleva a aguas tranquilas, las protege de los depredadores y las busca cuando se extravían. Él es su proveedor, su protector y su guía. De la misma manera, Dios es para nosotros.
​Conocimiento personal: Él nos conoce por nombre, sabe nuestras necesidades, nuestros miedos y nuestros anhelos. No somos solo parte de una masa, sino individuos preciosos para Él.
​Guía segura: Así como el pastor lleva a sus ovejas por el mejor camino, Dios nos guía en nuestras vidas. A veces el camino es fácil, otras veces es a través de valles oscuros, pero siempre es el camino que Él considera mejor para nosotros.
​Protección constante: El mundo está lleno de peligros y desafíos. Pero cuando Dios es nuestro Pastor, no estamos solos. Él nos defiende, nos guarda y nos libra del mal.
​2. Nada me faltará:
Esta es la consecuencia directa de tener a Jehová como nuestro Pastor. Si Él es nuestro proveedor, ¿cómo podría faltarnos algo? Esto no significa que tendremos todo lo que queremos, sino que Él suplirá todas nuestras necesidades.
​Provisión material: Él se encarga de lo que necesitamos para vivir: alimento, refugio, sustento. A veces, esta provisión llega de maneras inesperadas, pero Él es fiel.
​Paz y descanso: En medio de la agitación de la vida, Él nos ofrece descanso para nuestra alma. Nos lleva a “delicados pastos” y a “aguas de reposo”, lugares de tranquilidad donde podemos recargar fuerzas.
​Restauración espiritual: Cuando estamos cansados, desanimados o hemos errado el camino, Él “confortará mi alma” (versículo 3). Nos da nuevas fuerzas y nos restaura.
​Fidelidad inquebrantable: La bondad y la misericordia de Dios nos seguirán todos los días de nuestra vida. Su amor es constante y eterno.
​Aplicación para hoy:
​¿Cómo vivimos este Salmo 23:1 en nuestro día a día?
​Confianza plena: ¿Estamos realmente entregando nuestras preocupaciones y necesidades a Él? ¿Confiamos en que Él tiene el control, incluso cuando las circunstancias parecen abrumadoras?
​Dependencia absoluta: Reconocemos nuestra posición de “ovejas”, es decir, nuestra necesidad de Su guía y cuidado. No podemos hacerlo solos; necesitamos a nuestro Pastor.
​Gratitud: Tómate un momento para agradecer a Dios por ser tu Pastor. Agradece por Su provisión, Su guía y Su protección en tu vida.
​Hoy, cuando te enfrentes a cualquier desafío, recuerda esta verdad fundamental: “Jehová es mi pastor; nada me faltará.” Descansa en Su cuidado, confía en Su guía y vive con la certeza de que Él suplirá todo lo que necesitas.
Dios te bendiga 🙏

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *