SERÁS BENDICIÓN

Génesis 12:2-3

“🔊♥️Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y al que te maldijere, maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”

Reflexión: ¿Bendecido para ser una bendición?

Estos versículos son el corazón de la promesa de Dios a Abram, el hombre que más tarde sería conocido como Abraham, “padre de multitudes”. Dios le hace promesas asombrosas a un hombre de 75 años que no tenía hijos: una gran nación, un nombre engrandecido y, lo más importante, que él sería una bendición.

La mayoría de nosotros anhelamos ser bendecidos. Oramos por la bendición de Dios en nuestra salud, finanzas, familia y trabajo. Y Dios, en su infinita gracia, nos bendice. Pero, ¿hemos considerado el propósito detrás de esas bendiciones?

La promesa a Abraham no era solo para su beneficio personal. Dios le dice: “te bendeciré, y… serás bendición”. La bendición no es un destino final; es un punto de partida. Es un río que debe fluir a través de nosotros hacia otros.

En el contexto de la historia de la humanidad (Génesis 11 y la Torre de Babel), los hombres buscaban hacerse un nombre por sí mismos, alejándose de Dios. Pero en Génesis 12, Dios toma la iniciativa. Él elige a un hombre y promete engrandecer su nombre, no por los méritos de Abram, sino por la gracia de Dios. Y este nuevo nombre, esta nueva identidad, tiene un propósito claro: ser un canal de bendición para todas las familias de la tierra.

Esto tiene una aplicación directa para nuestras vidas hoy. Si eres cristiano, eres un descendiente espiritual de Abraham (Gálatas 3:29). Las promesas de Dios se han extendido a ti a través de Jesucristo. Dios te ha bendecido no solo para que tengas una vida cómoda, sino para que seas una bendición para el mundo que te rodea.

¿Cómo podemos ser una bendición?

Con nuestra vida: La forma en que vivimos, nuestra integridad, nuestra bondad y nuestra fe pueden ser un testimonio para otros.

Con nuestras palabras: Habla palabras de ánimo, de esperanza y de paz a los que están a tu alrededor.

Con nuestros recursos: Dios nos da dones, talentos y bienes materiales para que los compartamos, ayudando a los necesitados y extendiendo su reino.

Con nuestro ejemplo: Al obedecer a Dios, incluso cuando no entendemos completamente el camino, mostramos a otros que la fe es real y que Dios es fiel a sus promesas.

Dios te ha bendecido para que seas un faro de luz en un mundo que a menudo se siente perdido y oscuro.
La gran pregunta no es: “¿Cómo puedo obtener más bendiciones?”, sino

‼️”¿Cómo estoy siendo una bendición con las que ya tengo?”.

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