Salmo 32:7_Protección y el Gozo
“Tú eres mi refugio; tú me libras de la angustia; con cánticos de liberación me rodeas.” Salmo 32:7
Después de haber experimentado el tormento de la culpa y la profunda liberación de la confesión, David expresa su gratitud y confianza en Dios. El versículo 7 encapsula tres aspectos poderosos de la relación con Dios para aquellos que han sido perdonados:
1. “Tú eres mi refugio”
Imagina una tormenta. El viento sopla, la lluvia cae con fuerza, y el trueno resuena. En medio de todo esto, encuentras un lugar seguro, una cueva o un edificio sólido donde la tormenta no te puede alcanzar. Ese es el refugio. En la vida, la “tormenta” puede ser la culpa, la ansiedad, el miedo, la enfermedad, o cualquier situación que nos cause angustia. David declara que Dios no es solo un refugio, sino su refugio. Él es el único lugar donde podemos encontrar verdadera paz y seguridad, no importa lo que esté sucediendo a nuestro alrededor.
¿A dónde corres cuando las tormentas de la vida te azotan? ¿Buscas consuelo en el trabajo, las distracciones, o en otras personas? David nos enseña que el lugar más seguro y el único verdaderamente efectivo es la presencia de Dios.
2. “Tú me libras de la angustia”
Esta frase es una declaración de fe en la acción de Dios. La angustia es una opresión, una sensación de estar atrapado. David no dice: “Tú podrías librarme” o “Tú quizás me librarás”, sino “Tú me libras“. Esto habla de una confianza presente y activa en la capacidad de Dios para intervenir en nuestras vidas. El perdón de los pecados fue la primera y más grande liberación para David, pero él sabe que Dios continuará librándolo de otras formas de angustia.
¿Hay alguna angustia que estás enfrentando hoy? ¿Un problema que parece no tener solución? Este versículo te invita a entregar esa situación a Dios, confiando en su poder para librarte. El primer paso es confesar tu necesidad y luego esperar en su intervención.
3. “Con cánticos de liberación me rodeas”
Esta es la parte más hermosa del versículo. La liberación de Dios no es un evento silencioso o solitario. Viene acompañada de alegría, de una celebración ruidosa. Los “cánticos de liberación” no solo son de David, sino que Dios mismo los pone a su alrededor. Es como si Dios no solo te rescatara de la tormenta, sino que una vez a salvo, una banda de música celestial comenzara a tocar para celebrar tu liberación. La vida con Dios, especialmente después de experimentar su perdón y protección, está marcada por el gozo y la alabanza.
El gozo de la salvación debe ser una melodía constante en nuestra vida. ¿Estamos dejando que el gozo de nuestra salvación se manifieste? La gratitud por el perdón y la protección de Dios debe llevar a un corazón que canta.
Oramos
”Padre amado, te doy gracias porque eres mi refugio. En medio de las tormentas de mi vida, sé que puedo correr a ti y encontrar seguridad. Gracias porque tú me libras de la angustia, no importa cuán grande sea. Ayúdame a confiar plenamente en tu poder y a no buscar soluciones en otros lugares. Llena mi corazón con cánticos de liberación, que mi vida sea una constante alabanza por tu bondad, tu perdón y tu protección. En el nombre de Jesús, Amén.”
Desafío
Hoy, tómate un momento para pensar en una situación en la que Dios te ha librado de la angustia. Puede ser algo grande o pequeño. Luego, pon una canción de adoración y canta a Dios en agradecimiento, dejando que esos “cánticos de liberación” se conviertan en la banda sonora de tu día.

Amen 🙏 amen