Devocional
Clamamos y ahí se hace presente su Oportuno Socorro, su Trono de Gracia, disponible para nuestras vidas siempre , siempre porque el camino fue abierto de una vez para siempre.

Confiadamente nos podemos acercar porqué es él, el Cristo, que nos espera, que nos conoce porque somos hijos, porque no somos extraños y esa es nuestra confianza que Dios nos conoce y nos formó.
Qué privilegio no somos extraños!! Somos hijos!
Hay alguna petición que por no saber cómo?, o si estará bien orar por “eso”?, y el temor no te deja?
Sos hijo/a. Hay confianza. De Padre a hijo. Podemos entrar confiadamente y hablar con él. Confiar que somos oídos, ayudados, comprendidos, aceptados,consolados, calmados y animados. Dios no abandona. No desampara.
Quizás te guardaste mucho por no saber hablarlas con Dios , pero no se trata de formas ni tu sabiduría, ni protocolos. El camino está abierto. Dios no está ocupado. Él eternamente disponible para nuestras vidas.
Podes entrar confiadamente, y nada ni nadie puede sacarte de su presencia.
Ora a Dios, expresa todo lo que sientes, él es nuestro papá.

Clamamos a ti Señor, a ti Abba.
Corremos a ti Cristo!

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Hebreos 4:16 RVR1960