DEJA QUE JESUS TE TOQUE

Deja que Jesús te toque

Vinieron a tierra de Genesaret, Jesús y sus discípulos, y traían de todas partes enfermos.
A donde iba Jesús le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto.
Esta palabra me llevó a meditar:
¿Cuántas veces tocamos el borde del manto de Jesús y no nos incomodamos a ir a más? ¿No dejamos él nos toque?
Nos conformamos con lo que nosotros creemos , no dejamos su presencia, su amor y misericordia nos abracen.
¿Nos acercamos solo para conseguir un milagro? ¿Escondemos el talento?
Limitamos su poder por no ir más allá del borde, por no romper límites y conocer verdaderamente a Dios.
Nuestra sanidad es con propósito, no es para un día y nada más.
Hay algo que hacer con esa sanidad que recibimos. Es impactar a otros, alcanzar otros y ayudar a sanar a otros.
Toca el borde y deja Jesús te toque, te llene y te abrace. Anímate a conocer más de él.
Invierte tiempo con él. Da lo que tienes hoy y Dios lo irá multiplicando.
Tienes mucho de Dios para dar a otros. Dios depositó bendición en tu vida para bendecir a muchos.
Rompe esos límites. Disponé tu corazón a dar y Dios hace el resto.

Dondequiera que entraba, ya sea en aldeas o ciudades o campos, ponían en las plazas a los que estaban enfermos, y le rogaban que solo pudieran tocar el borde de su manto. Y todos los que lo tocaban quedaban sanos.
Marcos 6:56

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *