“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Isaías 61” Dios nos aparta, consagra y unge para su tarea, para hacer su obra. Nos pone bajo su autoridad, dice el “Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí”, por lo que quien nos da propósito es Dios. “Sobre mí” es sobre mi opinión, mis gustos, mi forma, mis tiempos, mis revelaciones y demás. Cuando vivimos el evangelio bajo autoridad de Dios manifestamos su ungimiento a nuestras vidas, es real y palpable , nos desarrollamos y expandimos para lo que fuimos creados. Dice “porque me ungió Jehová” dando a entender que el Espíritu de Jehová nos gobierna y es porque fuimos separados por Dios, santificados para él, como le dijo a Jeremías, y esto nos lleva que quién asigna las funciones, roles, tareas para el reino es el Señor y no nosotros mismos. No tenemos una lista de alternativas para que elijamos que nos gusta y que no. Hemos sido ungidos ya para una tarea y quien la eligió para nosotros es quien nos formó por lo que portamos todo lo necesario para esa misión entendiendo que nada nos falta. Cuando Dios nos pensó ya sabía cuál era nuestro propósito a cumplir por eso caminamos en obras de antemano escritas para que andemos en ellas. Dios conoce nuestros temores, dudas, argumentos y excusas para poner la mano en el arado, en la tarea dada y él mismo confronta esos miedos como a a Timoteo cuando se le dice “Ninguno tenga en poco tu juventud” o a Ezequiel cuando le dijo Como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son casa rebelde. También conoce el Señor los cargados y cansados con deseos de soltar el arado y aunque no se suelte más de una vez miran hacia atrás pero el Señor dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Dios nos conoce y es fiel así como le dijo a Jeremías nos dice cada día: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo Hemos sido enviados a predicar, proclamar, publicar y ordenar bendición equipados con todo lo necesario para cumplir propósito: Cristo. Dios te bendiga ¡¡Oramos se levantan los hijos de Dios a cumplir propósito!!
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