Reflexión
Tu esperar en Dios tiene recompensa, promesa y produce un eterno peso de gloria. Esperar a que Dios haga su obra te entrena y ayuda a tu carácter. Tendrás cada día nuevas fuerzas y esto tiene que ver con ser renovados en nuestro espíritu cada día por él, ser fortalecidos y posicionados en lugares altos, es decir en revelaciones nuevas.
Si sufrimos, en esperar , no nos angustiará el alma, no impactará nuestra mente ese sufrimiento por que al volar alto, veremos propósito y eso da ánimo a los pensamientos.
Ver desde arriba es ver cómo Dios ve.
Cuando vemos nuestro propósito en Dios no nos cansamos, porque es cómo está escrito , ligera su carga y liviano su yugo.
Unidos a Cristo, descansamos, porque es con su Espíritu no en nuestras fuerzas.
¿Das gracias por esa espera?
Dios en la espera, abre tu entendimiento para veas que estás en otro lugar, esperando, porque cada día de esperar en Dios , pacientemente, te lleva a conocer profundidades de Dios, el carácter de Dios y conocerte vos mismo, sobre todo donde estás parado?
Cuando estamos parados sobre LA ROCA, QUE ES CRISTO, podemos esperar confiados sin ansiedad en el alma.
Registra el día a día de tu espera, palabras, versículos, como Dios te guía, y arma tu recorrido a la victoria, porque un día darás testimonio de esta espera, será tu botín de guerra.
Todo ayuda a bien.
pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Isaías 40.31