En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.
Isaias 26
Cuando el enemigo de nuestras vidas viene a quitarnos fe, nos lleva a otra posición, donde vemos que Dios no tiene poder suficiente para hacer nuestro milagro. El diablo busca eso, arrancarnos de la Roca Eterna, de nuestra Esperanza de Gloria, para que nuestros pies ya no pisen en lo firme, titubeen y a consecuencia de eso: dudemos y nuestra mente se convierta en olas del mar que van y vienen , como lo dice Santiago 1. Entramos en la incoherencia , sin darnos cuenta, de decir creer y dudar a la vez.
Fe tiene que ver con posición. Dónde estoy parada , en donde apoyo mis pies, es el lugar que me imparte fe o duda. Cuando dudamos o nos desanimamos, es porque el enemigo logró movernos de posición, nos llevó a sus ambientes de miedo, de temor y muerte.
Cuando viene la duda es la alarma que estoy en otro lugar por que Dios es fiel y verdadero, inconmovible, a Dios nada lo hace dudar ni cambiar de parecer.
Enfocados en Cristo permanecemos en fe, avanzando mirándolo a él y pensando en él. Cuando no vemos resultados pero seguimos declarando la victoria de Cristo y nuestros pensamientos están nutridos por su Espíritu Santo, es cuando somos guardados en la paz de Dios para esperar ese día de salvación, que cada día es día de salvación y victoria de Dios.
Nos toca confiar y confiar y no dejarnos engañar por lo que la situación hable, porque la última palabra la tiene nuestro Dios que es la Roca Eterna.
Afirma tus pies en él y avanza con firmeza.
Dios te bendiga 🙏
Oremos:
Padre , en el nombre de Jesús, ayúdame a afirmar mi vida, mi mente , todo lo que soy en tí, deseo mis pensamientos sean nutridos de la vida de Cristo, y creo que hoy es día de salvación porque abro las puertas de mi corazón para que entres con tu paz.
Gracias Señor, porque me escuchas y respondes. Amén