Para Dios no es normal el sufrimiento.
Te dejo este devocional:

Clamor de los oprimidos

​Salmos 12:5

“Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice Jehová; pondré en salvo al que por ello suspira”.

​Este versículo es un poderoso recordatorio de la justicia y el corazón de Dios. En un salmo donde David lamenta la falta de personas fieles y la prevalencia de la mentira y el orgullo, este versículo es una promesa de Dios.

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​El clamor de los oprimidos llega a Dios: David describe una sociedad donde la maldad y el engaño son lo normal.
Sin embargo, en medio de esa realidad, hay un grupo que gime y suspira: los pobres y menesterosos, los oprimidos. Este versículo nos enseña que el clamor de los vulnerables no es ignorado. Dios no es ajeno a nuestro dolor, a nuestra injusticia, a nuestra impotencia. Él escucha. Su oído está atento al gemido de aquellos que no tienen voz.

​La respuesta de Dios no es pasiva. Él dice: “ahora me levantaré”. Esto no es una promesa para un futuro distante, sino una declaración inmediata. Cuando la maldad parece triunfar y la justicia se corrompe, Dios promete actuar. Su levantamiento significa que Él se opone a la opresión y se pone del lado de los que sufren. Esta es una imagen de Dios como un guerrero que defiende a los indefensos.

La promesa culmina con “pondré en salvo al que por ello suspira”.
La salvación de Dios no es solo espiritual, sino también tangible. Él provee seguridad, protección y liberación a aquellos que claman a Él. Si te sientes oprimido, sin esperanza o sin un lugar seguro, este versículo te recuerda que Dios es tu refugio y tu protector. Su promesa es que te pondrá a salvo.
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​¿Sientes que estás rodeado de mentira, injusticia o falsedad? El Salmo 12, y especialmente este versículo, te anima a llevar tu lamento a Dios. Él no solo te escucha, sino que se compromete a actuar.
​En tu vida, ¿dónde ves opresión o dolor? El Salmo 12 nos invita a orar por los que sufren y a ser instrumentos de la justicia de Dios en nuestro entorno.
​¿Estás “suspirando” por una situación difícil? Clama a Dios con la confianza de que Él ha prometido levantarse en tu favor. Confía en que sus palabras son puras y sus promesas son verdaderas.

​Oración:
​”Señor, gracias por ser un Dios que escucha el clamor de los oprimidos y se levanta para defender a los indefensos. Te pido que me ayudes a confiar en tu promesa de salvación y seguridad, especialmente en los momentos de dificultad. Abre mis ojos para ver dónde puedo ser un instrumento de tu justicia y compasión. Amén.”

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