DEL LAMENTO AL GOZO
Atraves de Noemí, Dios desea que seamos conscientes que el restaura y sustenta siempre. No depende de cuanto tiempo hace que venimos orando y esperando un milagro porque Dios no esta ni apurado ni desesperado.
Dios obra.
Es Dios quien lo hace y se lleva toda gloria y honra.
Nuestra fe no es en vano.
La fe de Noemí no fue en vano, tuvo un final feliz, claro, que no fue de un día para el otro, tuvo su tiempo de proceso.
¿Cuánto hace que oras por lo mismo?
¿Qué cosas cambió Dios en vos o aprendiste ?
¿Permaneciste? ¿Permaneciste creyendo como el primer día que decidiste orar?
¿,Oras como repitiendo una fórmula? ¿Le pediste a Dios una estrategia? ¿Una palabra?
Noemí declara que la mano de Dios se había vuelto contra ella.(Rut 1).
¿Piensas lo mismo?
Aún hay esperanza!
Dios es fiel . No nos deja a mitad de camino porque él completa nuestros procesos.
Dios mostró a Noemí que él cambia cualquier situación, y Dios está dispuesto a cambiar la tuya. El amor de Dios persevera sobre tu vida.
Noemi ella sacaba sus propias conclusiones, porque Dios no le había dicho, porqué ni para qué su proceso.
Noemí se adelantaba , no era el final que Dios había preparado.
Tu situación no es el final que Dios escribió.
Hasta en la vejez de Noemi Dios intervino con restauración y consuelo.
Nuestra identidad no viene de las circunstancias, viene de lo que Dios dice que somo. Noemi era agradable para Dios y eso no cambió.
En un momento quizo ser ” Mara” pero mayor fue la voz de Dios. ¿ Cuántas veces las emociones nos hacen dudar de nuestra identidad?
El testimonio de Noemi no sólo alcanzó a Rut, también las mujeres de su pueblo, que alaban a Dios, porque veían la fidelidad de Dios sobre Noemí ( Rut 4.14).
Tu testimonio, tu perseverancia y permanencia a pesar de lo difícil, impacta y trasciende.
Del lamento al gozo es un proceso que nos llena de fe y fortaleza. Noemi lo atravesó.
Dios te bendiga 🙏
