EL PROCESO

El Proceso

El proceso. Qué es esto que todo decimos: PROCESO. Pero proceso para qué, para quién?
Sabemos que algo cuando es procesado es para convertirlo en otra naturaleza. No es lo mismo una fruta que es procesada y se convierte en mermelada , jalea o dulce. Queda la esencia de la fruta pero ya es otra presentación o naturaleza. Si probamos podemos decir: qué rico, es durazno! Pero no está el durazno ahí entero, fue procesado.
Así nuestras vidas, entran a procesos del Padre siendo cambiados y transformados.
No somos una obra acabada, vamos camino a la perfección, por lo que no tenemos de qué gloriarnos.
El proceso,te mantiene en dependencia a oir la voz de Dios. Te ciñe a él. Todas esas situaciones, acciones,despojos, renuncias, arrepentimientos, adversidades y tanto más que forman este tiempo o temporada llamada ” proceso” nos mantienen en humildad.
Y es a causa de los procesos que no nos enseñoreamos unos de los otros porque siempre el Padre está moldeándonos.
Imagina el proceso que viví para mi carácter iracundo se convirtiera en paciencia y mansedumbre. Fue Dios desarmandome una y otra vez. Procesos de quebrantamiento y espera en Dios que aquietaron mi alma. Yo quería todo rápido….
Hoy aprendí a esperar, fui procesada por las manos del Padre.
Salirnos del proceso , podemos, pero es caminar solos en independencia al Padre y no se producen cambios en nosotros. Cuando años y años y siempre igual es porque en algún punto te cerraste al proceso y no lo aceptaste. Lo evitaste.
Ser procesado es debilidad donde Dios se hace fuerte. Cuando vivimos cada proceso es cuando vamos de gloria en gloria y no volvemos a ser igual.
Podría la mermelada convertirse en durazno otra vez?
Piensa que es un proceso de crecimiento en Dios, y ora a Dios te guie, cuáles vienen de él y cuáles no lo son.

El apóstol Pablo dijo a los Romanos que nadie tuviera alto concepto de sí mismo, en una palabra “que no te la creas” ” no te agrandes” ” no creernos mejores “
Porque somos todos miembros de un cuerpo y cada uno es diferente en sus capacidades según la función a desarrollar y de acuerdo al proceso que nos toca pasar.
Los procesos no nos dejan enseñorearnos de otros. Todos estamos expuestos a ser trabajados por Dios.
Qué bueno es ser consciente que no soy más que mi hermano!
Pensemos con cordura.

Romanos 12 un capítulo poderoso que traerá luz a tu espíritu, busca tu biblia y léelo.