No te rindas. No te apures.
No des por terminado lo que Dios no terminó.
Lo que para nosotros es un final, para Dios es algo nuevo.
Sus pensamientos no son nuestros pensamientos (Isaías 55.8.9).
Hoy es difícil, si crees, mañana será tu botín de guerra.
Se trata de no rendirse en el corazón, seguir perseverarando y orando.
Dios te lo prometió, él lo hará.
Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas, Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Apocalipsis 21.5