El libro de Deuteronomio, escrito por Moisés, está lleno de instrucciones para el pueblo de Israel. En este capítulo, Moisés se prepara para entregarle el liderazgo a Josué. Al final de su vida, le da a Josué y a la nación una de las más grandes promesas de Dios, que también es para ti hoy:
“Esfuércense y anímense. No teman ni se asusten por causa de ellos, porque Jehová tu Dios va contigo; él no te desamparará ni te abandonará.” (Deuteronomio 31:6)
La vida está llena de momentos en los que nos sentimos inseguros, asustados y solos. Puede ser un nuevo trabajo, una enfermedad, un problema familiar o simplemente el peso de las responsabilidades diarias. Justo en esos momentos, este versículo nos ofrece una dosis de coraje.
Moisés sabía que Josué tenía una tarea inmensa por delante: liderar al pueblo de Israel a la Tierra Prometida, un lugar lleno de gigantes y desafíos. Pero la orden no era “Sé fuerte por ti mismo”, sino “Esfuérzate y anímate”. Este es un llamado a la acción. No se trata de esperar pasivamente que la fuerza llegue, sino de tomar la decisión de ser valientes, apoyados en la promesa divina.
El poder de este versículo radica en la segunda parte: “porque Jehová tu Dios va contigo”. La verdadera valentía no viene de nuestras propias habilidades, sino de la certeza de que Dios nos acompaña. Él es el que promete no desampararnos ni abandonarnos. Es una promesa incondicional, un recordatorio de que en medio de la tormenta, su presencia es nuestra ancla.
Aplícalo a tu vida
- ¿Qué desafío te hace sentir temor o desánimo hoy? Nómbralo y entrégaselo a Dios.
- Recuerda la promesa: Dios no te ha abandonado. Sin importar lo que enfrentes, Él está contigo en cada paso del camino.
- Actúa con fe: Esfuérzate. No te rindas. Da el siguiente paso, sabiendo que no estás solo.
Oración
Señor, gracias por tu promesa de que nunca me dejarás ni me abandonarás. Te pido que me llenes de tu Espíritu para poder esforzarme y ser valiente en medio de mis miedos. Ayúdame a recordar que mi fuerza no viene de mí, sino de tu presencia. En el nombre de Jesús, amén.
