¿PARA QUÉ DIOS ME PUSO EN ESTE LUGAR?

Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec, y le rompió el cráneo.
Jueces 9.53

¿Dónde estás parado? ¿Ese es tu lugar?
Te pasó de no saber para que estás en el país, lugar, casa, iglesia o familia?
Nunca pensaste: nací en la familia o el lugar equivocado?
¿Te preguntaste que hago acá?
Aunque a nuestra mirada parezca insignificante donde estamos es el lugar que Dios nos permite estar para algo, porque hay algo para hacer.
Si como hijos de Dios somos luz nos toca alumbrar. Estás alumbrando? ¿Cómo está tu lámpara?
Somos sal. Es tiempo de provocar en otros sed por Dios.
Resulta que había una ciudad llamada Tebes ( Jueces 9.50), en medio de la misma, una torre fortificada, es decir un lugar alto, el más alto de la ciudad.
Llego un varón, “el rey Abimelec”, que ya había asesinado miles de hombres y era “imparable”. Había sitiado y tomado la ciudad. La tenía rodeada.
Pero había una mujer, que estaba sobre la torre sobre el lugar alto de la ciudad.

El salmista oraba: ” Llévame a la roca que es más alta que yo”.

Ahí estaba posicionada esa mujer, en la Roca Eterna.
Ella dejó caer sobre la cabeza de Abimelec una rueda de molino y le rompió el cráneo. ¡Qué precisión!
David dijo: “el adiestra mis manos para la batalla”.
Qué habrá pensado esta mujer cuando Abimelec rodeó la ciudad?
Ella tenía que estar ahí, en el momento y lugar justo, para ser de bendición.
Te permites pensar que donde estás es para seas de bendición? ¿Que aún en medio de la oscuridad eres luz para alumbrar?
Quizás un Abimelec rodeó tu casa pero súbete al lugar alto, a Sión, y desde allí haz la guerra. Una clave fue cerrar las puertas. Jueces 9.51
No estas en la familia equivocada. Estás para ser luz y bendición.
Dios te bendiga

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