“pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra”
Hechos 1.8
Hemos recibido poder!
El poder de su Espíritu está en nosotros.
Jesús dijo ” recibiréis poder y me seréis testigos”. Ese poder nos fue dado con propósito
Poder en griego es fuerza, capacidad, lo sobrenatural, es lo que Dios puso en nosotros para ser sus testigos. Cuando habla del Consolador, Jesús dice ( Juan 15.27) que es el Espíritu que dará testimonio de él y que nosotros también daremos testimonio de él. Tiene que ver que se nos dió poder para testificar de Dios, de Jesús , de Cristo y sus obras.
Todo lo que los apóstoles padecieron y soportaron, que aún lastimados y golpeados seguían predicando era el poder del Espíritu Santo en ellos.
” y me seréis testigos en Jerusalén ” les dijo Jesús.
¿Jerusalén , donde hacía unos días había sido crucificado? ¿Jerusalén que él mismo dijo que mataba profetas y apedreaba los enviados? Sí,ahí, los envió.
¿ Quizás un día has predicado o Dios te envió a un lugar peligroso?
¿ O no testificas por miedo,o porque te rechazaron?
Pero Dios nos mandó a lo difícil, a Jerusalén, donde no quieren escuchar a los profetas porque no oyen a Dios. Testificar donde no reciben el mensaje, donde apedrean los enviados y los rechazan. Testificar donde sabes que con acciones “crucifican a Jesús cada día”.
Para los apóstoles era más fácil que Jesús les dijera: “bueno amados hermanos, ustedes eligan a quien predicar”
Pero no. Fuimos enviados a Jerusalén, ( donde él fue crucificado), a Judea y Samaria (pueblos enemistados) y los confines , a lo desconocido.
Pero ¿Cómo poder hacerlo? ¿ Cómo testificar en donde odian a Jesús en ignorancia, donde es rechazado, donde hay conflictos , donde no conocemos?
Con poder! Lo podes hacer con el poder que ya esta en vos, que es el Espíritu Santo.
Se desata poder cuando testificamos de sus obras. Los apóstoles ellos predicaban a Jesús resucitado a pesar que sufrieron persecuciones. No callaron porque había un poder mayor que los sostenía y fortalecía: El Espíritu Santo y su poder.
Ese poder está en vos. Vuelve a predicar. Aunque vos creas no te escuchan, pero queda la semilla de Cristo sembrada en esos corazones y en esas tierras.
La palabra del Padre no vuelve vacía. Toda semilla de Dios da fruto.
Unos siembran, otros riegan pero el crecimiento lo da el Señor.
Quizás hoy tu propia casa, tu esposo, tus hijos, vecinos , tu ciudad es Jerusalén o Judea o Samaria?
Pero se te dió poder para testificar de Cristo. Si lo puedes hacer.
Dios te bendiga 🙏